lunes, 14 de noviembre de 2016

ENTREVISTA EN EL DIARIO DE AVISOS DE CANARIAS, POR EDUARDO ROJAS.

ENTREVISTA EN EL DIARIO DE AVISOS DE CANARIAS, POR EDUARDO ROJAS.



FOTOGRAFÍA DE LUIS ÁNGEL GÓMEZ



ENTREVISTA 
DIARIO DE AVISOS DE CANARIAS, 
POR EDUARDO ROJAS.



- Afganistán: diario de un soldado ¿es un libro de poemas, un diario? ¿Cómo calificarías este libro y cuáles han sido las razones que te animaron a escribirlo?

- “Afganistán: Diario de un Soldado” es un diario de combate donde el poeta establece un dialogo interior en el que el individuo tiene que despojarse de todos aquellos prejuicios y preceptos, para volver a construirse a partir de la nada utilizando la ética, la responsabilidad y la libertad, sin renunciar a aquellos principios y valores que lo sustentan como ser humano.

-  ¿Qué fragmentos, y por qué, le resultaron más complicados de escribir?

- Quizás, con aquellos que estaban relacionados con los compañeros que ya no estaban entre nosotros. Porque ese ejercicio se debía de hacer con una gran responsabilidad, para no caer en lo banal o en lo fácil. Porque quizás, aquellos textos tenían que responder para mantener intactas la dignidad de unos hombres que dieron su vida por los demás. 

- En el libro ¿qué sensaciones recoge de su experiencia como militar en Afganistán?

- Lo cierto es que muchas. Puesto que el Diario en sí es la suma de los días. La experiencia del día a día. El antes y el después de la misión. Los sentimientos encontrados. Las contradicciones del hombre. La soledad. La vida. Creo que he intentado ser lo más fiel a la realidad, si es que se puede. Dejando atrás las filigranas innecesarias, la opulencia y centrando el discurso en la palabra y en la experiencia. 

- ¿Y cómo, y en qué, se inspiró para escribir un libro de estas características en un país en permanente estado de tensión como Afganistán?

- Cuando estuve en Irak, mi primera misión, terminé mi estancia con una deuda. Quizás, porque era demasiado joven para asimilar aquellas circunstancias o quizás porque aún no había alcanzado cierta madurez personal para poder enfrentarme a esa realidad vivida. Y no puede escribir nada de esa experiencia. Por eso decidí que si alguna vez volvía a ir a alguna otra misión, escribiría mis vivencias en forma de diario para así poder mantener la frescura y la fidelidad del día a día.

- ¿Qué significa Afganistán para Guillermo de Jorge?

- Es una vida perdida y, al mismo tiempo, una nueva vida ganada. 

- Y en cuanto a su forma de entender las cosas ¿es distinta su percepción como militar con respecto a la de poeta, o son miradas, reflexiones coincidentes? 

- Depende de la situación o de las necesidades. El ser humano es un animal racional que se adapta a cualquier terreno con tal de sobrevivir. Y la literatura, con cualquier otra faceta de la vida, es una forma más de supervivencia.

- Poeta y soldado, soldado y poeta… ¿se VE en Guillermo de Jorge la espada y la pluma?

- Se intenta. A veces con más errores que  aciertos. Otras, a tientas, pero siempre adelante.

- ¿Qué autores consideran que más le han influido?

- Sin duda alguna, la literatura castellana está integrada por una amplia tradición de escritores, dramaturgos y poetas. Pero si tuviera que decidirme por algunos, diría que me quedo con la Generación perdida del Grupo Cántico: Aníbal Núñez, Chema Tato, Fernando Merlo. Elegiría a los poetas soldados del Siglo de Oro, del Barroco, a los soldado poetas norteamericanos y británicos de la primera y segunda guerra mundial, a los Cavaliers ingleses, etc.

-¿Se siente más escritor o poeta?, y ¿por qué?

- Me siento ciudadano del mundo. Y en ese intento infructuoso, torpe y anémico, escribo cuando puedo y cuando me dejan. Respiro, cuando puedo o cuando me dejan.

- ¿Cómo llega a la poesía?

- Por pura coincidencia. Me animó una prima mía llamada Maite León a que lo hiciera. Contaba sólo con dieciocho años. Y cuando me di cuenta, escribía en legítima defensa. 

- ¿Le sirve la poesía como método de catarsis?

- Sin duda alguna. Pero es un proceso generoso, donde se busca al otro ser. Donde se emprende una búsqueda para encontrar al otro individuo y así poder verte reflejado en él.

-Qué emociones de su experiencia en Afganistán destacaría?

- Sin duda alguna, me tengo que quedar con todas. Con ese íntimo silencio al que apelada Eugenio Padorno en sus versos. A ese comunión íntima que se establece cuando intentas ser honesto contigo mismo y sabes que, aunque fracases en el intento, no puedes defraudarte.

- ¿Y cómo está la situación allí?

- Lo cierto es que se ha quedado un país o un pueblo, como se quiera definir, a la intemperie. 

- ¿Qué sensaciones tiene ahora de ese país?

- Sigue siendo una parte mía. Donde sus gentes y sus pueblos siguen habitando mis estancias. A pesar de los pesares. 

- ¿Qué le ha aportado la vida militar para su formación como escritor?

- Muchas cosas. Todas ellas generosas. De ahí aprendí el honesto oficio de la infantería que no es otro que una religión de hombres honrados. 

- ¿Y su formación como escritor a la vida militar?

- También ha sido muy importante, puesto que el alma hay que alimentarla y la única solución que existe es, entre otras cosas, como la ternura o la humanidad, la literatura.

- ¿Cómo se plantea la escritura?, ¿sigue un plan previsto, se deja llevar por la improvisación?

- Creo o me gustaría pensar que nada es improvisado. Que el trabajo siempre tiene que estar definido por una rutina, por una disciplina y por un esfuerzo incondicional. Pero, sobre todo, tiene que estar regido por la sensatez. Y a partir de ahí, quizás, podemos creer en la improvisación como un ejercicio practicado y dominado por un individuo.

- ¿Qué elementos cree que son constantes en su trabajo literario?

- El equilibro, la honestidad y una firme convicción en los valores y en los principios que me sustenta como ser humano. Partiendo de esa premisa, el concepto, la imagen, el tono, la fuerza, el ritmo interno y la necesidad de cambio son aspectos que predominan en mis textos.

- El poemario es también el homenaje tanto a Joaquín Moya como al sargento Juan Antonio Abril. ¿Quiénes fueron Moya y Abril?

- Fueron dos soldados de infantería que no dudaron en perder sus vidas de una forma desinteresada y sin pedir nada a cambio. A ellos y a todos aquellos héroes anónimos que en silencio, ya sea en el transcurrir diario o en cualquier otro lugar, pierden sus vidas va dedicado este diario de combate. 



ENTREVISTA EN EL DIARIO DE AVISOS DE CANARIAS, POR EDUARDO ROJAS, POR LA PUBLICACIÓN DEL CUADERNO DE COMBATE "AFGANISTÁN DIARIO DE UN SOLDADO", DE GUILLERMO DE JORGE.






AGRADECER AL DIARIO DE AVISOS DE CANARIAS, EN ESPECIAL A EDUARDO ROJAS, POR SU COMPROMISO Y POR SU APOYO A LA CULTURA. POR SU SENSIBILIDAD Y POR GENEROSIDAD.

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